El Día Mundial de las Abejas se celebra anualmente el 20 de mayo, una fecha designada por las Naciones Unidas a propuesta de Eslovenia. Esta conmemoración tiene como objetivo principal concienciar sobre la importancia fundamental de las abejas y otros polinizadores para la salud del planeta y la supervivencia humana.
¿Por qué son tan importantes las abejas?
Polinización: Las abejas son responsables de la polinización de una gran parte de los cultivos alimentarios del mundo, incluyendo frutas, verduras, frutos secos y semillas oleaginosas. Sin ellas, la producción de muchos de estos alimentos se vería drásticamente reducida, afectando la seguridad alimentaria global.
Biodiversidad: Contribuyen a la biodiversidad al polinizar plantas silvestres, lo que a su vez sostiene ecosistemas enteros, proporcionando alimento y hábitat para otras especies animales.
Economía: La polinización por abejas representa un valor económico significativo para la agricultura a nivel mundial.
Medicamentos y otros productos: Además de la miel, las abejas producen otros productos valiosos como cera, propóleo, jalea real y polen, que tienen usos en la alimentación, la medicina y la cosmética.
Amenazas para las abejas:
Lamentablemente, las poblaciones de abejas y otros polinizadores están disminuyendo a un ritmo alarmante debido a diversas amenazas, entre las que se incluyen:
Pérdida de hábitat: La expansión urbana y agrícola reduce los espacios donde las abejas pueden encontrar alimento y refugio.
Uso de plaguicidas: Especialmente los neonicotinoides, que son altamente tóxicos para las abejas.
Cambio climático: Afecta los patrones de floración de las plantas y altera los ciclos de vida de las abejas.
Enfermedades y parásitos: Como el ácaro Varroa destructor, que debilita las colonias.
Especies invasoras: Como la avispa asiática.
Objetivo del Día Mundial de las Abejas:
La celebración del 20 de mayo busca impulsar acciones concretas para proteger a las abejas y sus hábitats. Esto incluye promover prácticas agrícolas sostenibles que reduzcan el uso de plaguicidas, fomentar la creación de jardines y espacios verdes amigables con los polinizadores, y educar al público sobre la importancia de estos insectos. En última instancia, es un llamado a la acción global para asegurar un futuro más sostenible para las abejas y, por ende, para la humanidad.